«No te digo que te los voy a coser porque sé que no me vas a dejar», me dijo mi madre al vérmelos entre risas. Y cuántas veces lo habremos escuchado de adolescentes! O aún peor…Mamá, ¿dónde están mis tejanos desgastados? Pues hija mía en la basura dónde van a estar!» Y ahí moríamos de angustia.
Afortunadamente, ni ya soy una adolescente, ni mi madre sigue pensando que debería tirarlos. La voy acostumbrando poquito a poco 😉
Me apasionan los looks con maxi skirts. Delicados, cañeros, lady, divertidos, todos!. No me las pongo tanto como me gustaría, soy consciente de que con faldas maxi, cuanto más alta mejor, y no es el caso. Pero no lo puedo evitar, de vez en cuando, caigo en ellas.
Ya tenía ganas de enseñaros este vestido. Primero porque es precioso y segundo por lo que significa para mí. ¿Has ido a Coachella?. Eso es lo que me dijo mi twin cuando le enseñé la foto. Pues no, pero me habría gustado. Y desde luego, ataviada para la ocasión iba ese día y no habría desentonado 😉
No lo puedo remediar. Es enfundarme este vestido y querer sacar la raqueta de tenis. Ya me dirás tu a mí, ni juego a tenis (todavía..jajajaja, ya sabéis que yo pruebo lo que haga falta),ni tengo raqueta en casa. Pero qué queréis hacerle, yo lo veo, y me imagino raqueta en mano y bambas blanquitas en los pies, jugando en tierra batida, a lo Rafa Nadal.
La lucha que tengo con mi twin con que salga en las fotos… a mí la naturaleza me dotó con altura sí… pero de eso a posar cual modelo…bufff me cuesta…en el fondo soy muy vergonzosa…claro que a gamberra no me gana nadie y creo que al ver este post he descubierto que lo mío no es posar…si no dejarme llevar.
Pon un lencero en tu armario, o dos, como en mi caso! Vamos, si hace unos años me dicen que iba a salir a la calle en «salto de cama» me entra la risa tonta y no paro en un mes. Así de claro. Pero en la moda todo vuelve, todo suma y todo vale. Y si hay que experimentar, se experimenta. Debo confesar que cuando me compré el primero pensé que no me atrevería y me lo acabaría poniendo de camisón. Pues me atreví, y de qué manera!
Mi abrigo Camel!!!!!
Pensé que ya no lo iba a encontrar!! Todas las rebajas buscándolo y al final, apareció. Tenía otro en mente, pero cuando vi éste supe que era para mí. Esas mangas con vuelta de color gris me enamoraron. Un abrigo de corte masculino- cómo me gusta lo masculino!!!- de líneas rectas y sencillo. Sin más. El camel no necesita mucho más, ya viste de por sí con el color.
En la séptima fila, butaca centrada, por favor.
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