Érase una vez una linda princesita llamada Martina que vivía con su mamá en un precioso castillo, no tenía fosos ni torreones pero estaba lleno de amor y eso lo hacía el más bonito del reino de Saint Andrew.
La princesa Martina había heredado la belleza de su madre y era muy presumida. Le encantaba jugar vistiéndose con los vestidos de otras amigas suyas, como Elsa y siempre se miraba al espejo como en el cuento de Blancanieves. Cuando se iba de paseo a otras cortes, siempre llevaba uno de sus bolsitos y alguna de sus joyitas, que guardaba celosamente en su joyero.
Pero además era muy apañada y cuando su mamá la Reina estaba cansada le hacía la cena en su cocinita.
Su habitación era un fiel reflejo de su personalidad, colores pastel tan dulces como ella y mucha femineidad, el toque decorativo lo puso su mamá, que después de haber visitado muchísimos palacios tenía claro como sería el cuarto de su heredera.
Y el cuento, por supuesto no ha acabado aún, pero dejaremos para otro capítulo el día que la reina tenga que pasar revista a todos los príncipes pretendientes de Martina.
Y colorín colorado…. espero que la habitación de la princesa Martina os haya encantado.
Qué bonito por favor!!!!! Efectivamente, es un princesa, y su mamá una super reina!!!!
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Bien dicho
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me encanta esta sección decobaby , besos a Martina y a Yolanda , que el mérito es de las dos
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Por supuesto!! Mil gracias.
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